La encantadora historia de Gallo Lungo: la isla italiana con forma de delfín
Prepárese para quedar hipnotizado mientras nos embarcamos en un viaje al corazón del mar Tirreno, donde el arte de la naturaleza ha esculpido una maravilla encantadora: la isla de Gallo Lungo con forma de delfín. Ubicada entre Capri y Positano, esta joya italiana no es sólo una creación caprichosa de tierra y mar; lleva consigo una historia cautivadora, que combina mitos, leyendas y los pasos de personas notables.
Gallo Lungo pertenece a las Sirenusas, un grupo de islas conocidas por su pasado mítico. Derivado del término italiano «sirene», se creía que las islas eran la morada de las sirenas, criaturas cautivadoras con cabeza humana y cuerpos de pájaros según la antigua tradición griega. Para aumentar la intriga, la palabra italiana «galli» (gallos) le da a las islas un nombre alternativo: los Gallos.
Más allá de su forma fantástica, la historia de Gallo Lungo es tan cautivadora como las leyendas que la rodean. La isla alguna vez sirvió como hogar de un monasterio y luego se transformó en prisión, para albergar una torre de vigilancia en el siglo XIII. A lo largo de los siglos, la propiedad cambió de manos hasta que pasó a ser posesión del municipio de Positano durante la unificación de Italia en el siglo XIX.
La narrativa de la isla toma un giro artístico al pasar por manos de reconocidas personalidades. En 1919, la coreógrafa rusa Leonide Massine adquirió Gallo Lungo, convirtió la antigua torre de vigilancia en un estudio de danza y construyó una villa sobre ruinas romanas. La isla pasó entonces a ser propiedad de otro bailarín ruso, Rudolf Nureyev, un desertor que dejó un profundo impacto en el mundo del ballet.
Desde 1988 hasta su fallecimiento en 1993, Nureyev hizo de Gallo Lungo su hogar, dejando una huella imborrable en la isla. Realzó la decoración de la villa, mejoró el suministro de agua y cultivó los jardines. Después de su desaparición, la isla volvió a ser propiedad italiana cuando el empresario hotelero Giovanni Russo la compró en 1996. Hoy en día, los huéspedes afortunados tienen la oportunidad de experimentar la magia de la isla, ya que Russo alquila la propiedad.
Gallo Lungo, con su encanto en forma de delfín y su rica historia, es un testimonio del encanto perdurable del paisaje italiano. Desde sirenas míticas hasta artistas visionarios, cada capítulo de su historia añade una capa de mística a esta isla, invitando a quienes buscan una combinación única de belleza natural y creatividad humana. Si te atreves a explorar, Gallo Lungo promete un viaje inolvidable a través del tiempo y el arte, donde los susurros del pasado resuenan en las suaves olas que acunan sus costas.