Daniel Parker prefiere pasar su tiempo recorriendo pantanos y bosques de Florida en busca de bichos espeluznantes. Como biólogo de campo de la Universidad de Florida Central y guía de recorridos por la vida silvestre para su empresa, Sunshine Serpents, ha visto muchas criaturas inusuales. Sin embargo, ninguno ha sido tan extraño como la serpiente que surgió de un huevo en su salón. No sólo se trataba de una valiosa serpiente de leche hondureña ᴀʟʙɪɴᴏ; tenía una característica excepcional: dos cabezas.

Hace varios meses, los huevos fueron puestos por una serpiente de leche hondureña hembra que era ᴀʟʙɪɴᴏ. A los ᴀʟʙɪɴᴏs les falta toda la pigmentación oscura en la piel. En las serpientes de leche, el rasgo ᴀʟʙɪɴᴏ hace que su coloración parezca brillar en los tonos oscuros de rojo, naranja y blanco. Incluso los individuos ᴀʟʙɪɴᴏ con una sola cabeza tienen un color tan llamativo que suelen llamar la atención. Sin embargo, cuando Parker excavó en el sustrato de musgo de su recipiente de incubación para encontrar sus crías de serpientes de colores brillantes, lo primero que notó no fueron los colores. El primer bebé que vio tenía dos cabezas.

“Lo pensé dos veces”, dijo Parker. “No podía creer lo que estaba viendo”. La mayoría de las serpientes de dos cabezas documentadas en el pasado han mostrado la coloración típica que se ve en la especie en la naturaleza. Que esta serpiente tuviera dos cabezas y ᴀʟʙɪɴᴏ fue un doble golpe. “Esta podría ser la serpiente de dos cabezas más hermosa que jamás haya existido”, añadió Parker.

Según Parker, la bicefalia o “bicefalismo”, como la llaman los científicos, es extremadamente rara. Su aparición puede rondar una de cada 10.000. Las serpientes pueden tener una mejor tasa de sᴜʀᴠɪᴠᴀʟ que otros animales bicéfalos.

El biólogo Parker dice que se ha documentado que las serpientes de dos cabezas viven hasta 20 años en ᴄᴀᴘᴛɪᴠɪᴛʏ. Con dos cerebros dando órdenes a un solo cuerpo, dice que la serpiente, que no es venenosa, tendría dificultades para vivir en la naturaleza.

Algunos dicen que las serpientes lecheras chupan leche de las ubres de las vacas, pero esto es un mito. Sin embargo, prefieren vivir en graneros, ya que les gustan los ambientes frescos y oscuros, lo que puede ser la fuente de la idea errónea. Su dieta se compone de insectos, lagartos, aves y pequeños mamíferos.