Durante su ilustre carrera artística, el artista sudafricano Andries Botha ha creado magistralmente esculturas de elefantes notablemente realistas. Reconocido por su hábil incorporación de elementos tradicionales y su uso de materias primas como la madera flotante, Botha crea magníficas creaciones que se asemejan a criaturas gigantescas. Una de sus notables instalaciones públicas, titulada «Puedes comprar mi corazón y mi alma», exhibida originalmente en la segunda Trienal de Arte Contemporáneo junto al mar de Beautfort en 2006, representa a una familia de elefantes que serpentean con gracia a lo largo de las costas de Bélgica.
Junto con un equipo de diez artistas africanos, Botha dedicó arduos esfuerzos a esculpir meticulosamente estas exquisitas figuras, lo que resultó en representaciones realistas que engañan sin esfuerzo a los espectadores con su sorprendente realismo. Construidas con madera flotante y capas de placas de madera firmemente sujetas a un marco metálico, estas esculturas se parecen a las esculturas de caballos de madera flotante de Heather Jansch en términos de construcción y materiales, pero su propósito y mensajes divergen. A través de esta instalación, Botha pretendía no solo representar la elegancia de estos magníficos animales, sino también resaltar la importancia de la perseverancia mostrada por estas incansables criaturas y, en consecuencia, el inmenso trabajo invertido en todas y cada una de las figuras.